Mitos sobre la alergia a los ácaros

01 de SET - 2019
La alergia constituye un problema de salud de alcance global, ya que representa una gran carga social y económica, que incide en la vida social del paciente

La alergia respiratoria afecta a una cuarta parte de la población en los países desarrollados, y es una de las causas más frecuentes de consulta médica. En  concreto, la rinitis alérgica afecta de 400 a 500 millones de personas en el mundo y el asma de 235 a 300 millones. Más del 50% padece alergia a los ácaros del polvo.

Los ácaros son uno de los principales inductores de reacciones alérgicas, ya que se trata del alérgeno de interior más importante y está presente todo el año.

Su gran prevalencia entre la población en ocasiones va acompañada de cierta desinformación, que, como consecuencia, puede conllevar una mala gestión en su abordaje.

MITOS SOBRE LA ALERGIA A LOS ÁCAROS

La mala información sobre la alergia a los ácaros por parte de la población toma fuerza a través de ciertos mitos.

Pensar que la alergia a los ácaros no es peligrosa es uno de los más habituales, pero la realidad es que puede afectar a la salud alterando la calidad de vida de quienes la padecen. Los episodios de asma severos son una de la reacciones de difícil control que pueden producirse.

Los ácaros son uno de los principales inductores de reacciones alérgicas, ya que se trata del alérgeno de interior más importante y está presente todo el año

 La aplicación de los consejos de prevención ambiental para evitar la alergia a los ácaros es beneficiosa en lo que respecta a la aparición y gravedad del asma. Sin embargo, puede no ser suficiente para retrasar o prevenir la aparición de la sensibilización de la alergia a los ácaros en una persona anteriormente no alérgica.

Otro de los mitos más frecuentes es la creencia de que, a pesar de tener alergia a los ácaros, se pueden tener mascotas en casa. Lo más recomendable es no tener animales de compañía que tengan pelo o pluma, puesto que los ácaros se alimentan de restos procedentes de personas y animales, como las escamas y los pelos.

Actualmente existen tratamientos muy eficaces para controlar los síntomas, evitar la evolución de la enfermedad y disminuir la sensibilización. Ejemplo de ello es la inmunoterapia  con alérgenos o la vacuna alergénica

La alergia al polen provoca más problemas respiratorios que la alergia a los ácaros. Este mito es falso, ya que los pólenes prevalecen en épocas específicas del año y se encuentran en el exterior de las casas, por lo que se respiran menos tiempo que el polvo del hogar.

Por otro lado, otra de las creencias erróneas es que la alergia no se cura. La realidad es que actualmente existen tratamientos muy eficaces para controlar los síntomas, evitar la evolución de la enfermedad y disminuir la sensibilización. Ejemplo de ello es la inmunoterapia con alérgenos o la vacuna alergénica.

En este sentido, desde la web especializada en alergia TengoAlergia.es, explican que la inmunoterapia con extractos alergénicos (o vacunas alergénicas) puede utilizarse para tratar distintos tipos de alergia, como la alergia a los ácaros. Además, se trata del único tratamiento etiológico capaz de actuar sobre los mecanismos que desencadenan la reacción alérgica.

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